El COVID-19 en Colombia
2020
Con algo más de cinco mil trescientos casos confirmados Colombia está lejos de liderar la lista de países más afectados en la región por la crisis del COVID-19, encabezada por Brasil, Perú y Chile. A pesar de ello la desigualdad endémica que afecta a Colombia y al resto de América Latina tiene mucho que ver en la forma en que la población afronta las cuarentenas impuestas por los gobiernos nacionales. Como suele ser habitual son los que menos tienen los que más sufren las consecuencias de esta parálisis que no afecta a todos por igual.
Soacha es un municipio a las afueras de Bogotá donde viven más de 50 000 desplazados por el conflicto armado interno. También donde hace algunos años el Ejército se llevó a un grupo de jóvenes, los vistió de guerrilleros y los asesinó: la impunidad de los ‘’falsos positivos’’ es una de las realidades más vergonzosas de la historia reciente de Colombia.
En estas semanas de confinamiento la bandera tricolor de Colombia ha mudado de color y de textura en municipios como Soacha o Ciudad Bolívar: se ha convertido en un pañuelo rojo malamente atado a las ventanas de los y las colombianos que peor lo están pasando. Se habla del ‘’coronahambre’’ más que del coronavirus en un país donde más del 70% trabaja de manera informal, es decir, que viven al día sin rendir cuentas al estado de sus ingresos y sin derecho a ninguna prestación social.
Si nos trasladamos al departamento del Cauca, al suroeste del país, nos encontramos con uno de los departamentos más empobrecidos del país cuya tasa de contagios sin embargo es mucho menor gracias en gran medida a la baja densidad de población comparada con la capital bogotana.
Primera colaboración entre Unimos y Asocampo
Fue a mediados del año 2019 cuando desde Unimos se produjo un acercamiento al gran trabajo que realizan en el municipio de Popayán (capital departamental) la Asociación Campesina Municipio de Popayán Red de Reservas Naturales (ASOCAMPO). Tras varias conversaciones con la comunidad se acordó presentar una propuesta conjunta al Ayuntamiento de Palencia titulada ‘’Regeneración del contexto campesino en la Subcuenca Río Las Piedras para el fortalecimiento del desarrollo rural sostenible, la mitigación del éxodo juvenil y la participación igualitaria’’, la cual meses después supimos había sido aprobada por el ayuntamiento palentino.
Asocampo es una organización campesina sin ánimo de lucro que busca mejorar la calidad de vida de los asociados en lo organizativo – político, económico y su participación como organización en las estancias de planificación local y regional.
Culturalmente las familias campesinas han venido desarrollando desde finales de los años noventa actividades productivas, rescate, conservación y multiplicación de semillas nativas, producción orgánicas y buenas prácticas sostenibles y sustentables con el medio ambiente, que han sido fortalecidas con procesos organizados desde la asociación. La actividad de la organización trabaja de forma transversal aspectos de género, conservación del medio ambiente, educación, desarrollo rural y fortalecimiento organizativo.
El proyecto se enmarca en plena fuente de abastecimiento de agua de la ciudad de Popayán: La Vereda Las Huacas es el punto estratégico por donde circula el río Las Piedras antes de surtir al 80% de la población de la capital departamental.
Durante la etapa de diagnóstico y para detectar la problemática principal de la zona se llevó a cabo un diagnóstico rural participativo (DRP) a través del cual y teniendo como marco referencial los Objetivos de Desarrollo Sostenible (principalmente los ODS 1, 3, 7 y 8 con foco en la población y el desarrollo rurales sostenible, gran ignorado por los objetivos que hacen incidencia en las ciudades) y trasladándolo al medio rural, llegamos a una definición de desarrollo rural sostenible. En esta definición entendimos que debe haber ocho líneas principales que estén en equilibrio y que se desarrollen de manera igualitaria para lograr la sustentabilidad del campo. Estas son: Económica, Alimentaria, Salud, Cultural, Política/Organizativa, Educación, Ambiental, Social, Género.
La principal problemática que se identificó fue el insostenible éxodo migratorio del campo a la ciudad especialmente de la población joven (13 – 26 años) perdiendo así toda posibilidad de lograr un relevo generacional y de desarrollo rural sostenible.
Entre las actividades más destacadas contempladas en el proyecto se encuentran la creación de una marca propia y certificada de cultivos orgánicos y sostenibles y su representación en al menos dos ferias locales/nacionales o la realización de dos seminarios de sensibilización sobre la realidad campesina de Asocampo en una universidad local y en la Universidad de Palencia.
La inesperada coyuntura de emergencia sanitaria ha trastocado por completo los planes de ejecución previstos para el proyecto. Desde Unimos se solicitó al Ayuntamiento de Palencia una extensión del proyecto que nos permita ejecutarlo entre los meses de julio y diciembre de 2020 y cuya confirmación aún está pendiente.
a repercusión que el COVID-19 tiene sobre las poblaciones puede variar según las características propias de cada territorio y formas de organización de su población.
En el caso del departamento del Cauca y en lo que se refiere a comunidades campesinas como las que conforman Asocampo la situación puede ser esperanzadora. Factores climáticos como su privilegiado clima templado y sociales como el sólido tejido social y solidario basado en unos consistentes lazos comunitarios permiten a comunidades campesinas como esta lograr una soberanía alimentaria poco común en las grandes urbes en las que más de la mitad de la población mundial habita.
A fin de cuentas, quizá un día nos olvidamos de que, como decía Gandhi, nunca seremos cultos si no sabemos cultivar la tierra.
Alejandro Seco. Socio y colaborador de UNIMOS